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| Índice de El camino al paraíso |
Capítulo 42
Donde las palabras de Jesús: «En la casa de mi padre hay muchas moradas...» se convierten en realidad
Como la humanidad está representada por seres de estadios evolutivos muy diferentes, y los seres de estos estadios divergen entre sí en conocimiento, talento y actitud ante la vida, sus sueños dorados o existencias ideales son, de modo correspondiente, diferentes, y hay que subdividir el mundo espiritual en correspondientes esferas o zonas de experimentación.
Estas zonas forman, por consiguiente, una escala de estadios de experimentación de la vida que va desde la esfera del hombre primitivo hasta la zona del «hombre perfecto a imagen de Dios».
Cada estadio tiene sus longitudes de onda especiales, en virtud de las cuales se desencadena la manifestación de los seres del estadio en cuestión.
Como el sumo despliegue en los estadios son las existencias ideales o sueños dorados de los seres, y estas existencias son, por su parte, la experiencia de paraíso de los seres, hay por consiguiente diferentes formas de paraíso.
Cada uno de los seres de los diferentes estadios tiene su paraíso especial según su estado mental y concepción de la vida.
Las palabras de Jesús: «En la casa de mi padre hay muchas moradas» se convierte, de este modo, aquí en un hecho para el investigador evolucionado.
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