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Índice de El camino al paraíso   

 

 
Capítulo 41
El paraíso absolutamente verdadero del ser vivo
Como hemos comenzado a ver aquí, no hay ningún hombre en absoluto que más allá de la muerte física no experimente el cumplimiento de su absolutamente más hermoso sueño, dejando aparte el paso por el purgatorio, que sólo en casos muy limitados y en situaciones especiales es oscuro y penoso. Por consiguiente, es una desviación mental terriblemente oscura y desalentadora tener miedo a la muerte, que tras sí oculta, de este modo, el cumplimiento de los sueños especiales de los seres o de su deseo de una existencia ideal o de una existencia que tiene que reconocerse como el absolutamente verdadero paraíso de la vida. ¿Dónde hay otra existencia que de este modo pueda ser paradisíaca para los hombres, en la que de antemano se les permita experimentar los más hermosos ideales de su vida mucho antes de tener la evolución para experimentarlas en su forma más pura en la zona de existencia física? ¿Y cómo puede ninguna otra forma de experimentación de la vida dar mayor alegría y bienestar que la experimentación de la satisfacción de sus más elevados deseos normales en una experiencia real en su forma más pura, en la que se es liberado de eventuales enfermedades, penas y preocupaciones, adversidades económicas o el odio y la amargura, la antipatía y las calumnias de otros hombres? ¿Qué otra forma de experimentación de la vida puede ser más agradable y portadora de alegría? ¿Y qué puede el ser desear más o mejor de una forma de experimentación de la vida que ver sus más altos deseos satisfechos? Aquí hemos llegado, de este modo, al único y absolutamente verdadero paraíso de la vida.

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