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| Índice de El camino al paraíso |
Capítulo 3
Lo que hace que los hombres se imaginen cosas sobre «el Paraíso» y «el Infierno»
Se nos acaba de dar una visión de conjunto concentrada sobre la situación de los hombres terrenos con respecto a su destino.
Hemos visto que los destinos desdichados de los seres son exclusivamente efectos de la ignorancia, lo cual significa, a su vez, que el hombre, mientras sufra las molestias de un destino que se manifiesta con sufrimiento, es un ser inacabado, es decir, un ser cuya creación a imagen y semejanza de Dios aún no está terminada.
No es nada extraño que en el ser, en este estado inacabado, surja un deseo muy fuerte de entrar en una existencia más luminosa y feliz.
Este deseo de un futuro más luminoso es lo que denominamos «esperanza».
Y es este deseo o esta esperanza lo que hace que los hombres se imaginen muchas cosas sobre una existencia ideal venidera, que es el cumplimiento de su esperanza en el futuro.
El cumplimiento de este sueño sobre el futuro, o sea, más allá de la muerte, constituye lo que llamamos «el Paraíso», mientras que los destinos oscuros con sus sufrimientos y aflicciones han dado, al contrario, lugar a las diversas ideas sobre la existencia en el más allá que denominamos «Infierno».
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