Lee y busca en El Tercer Testamento
   Cap.:  
(1-57) 
 
Búsqueda avanzada
Índice de El camino al paraíso   

 

 
Capítulo 21
El mundo espiritual es el país de la alegría y la felicidad, mientras el mundo físico es el taller de Dios para la creación del «hombre a imagen de Dios»
Esta existencia perfecta que acabamos de nombrar sería imposible si no estuviera aislada, de modo que sólo los seres que están a la misma longitud de onda mental pueden entrar en contacto con dicha experiencia o forma de vida perfecta. Si todos los hombres inacabados también pudieran aquí hacerse valer entre seres de las longitudes de onda mental superiores, tal como sucede en la zona física, el mundo espiritual sería igual de oscuro, triste e imperfecto como el mundo físico puede ser para el hombre inacabado. Sí, aquí incluso se daría cobijo a la guerra originada por los hombres inacabados. Pero, gracias al orden divino del universo, no es en absoluto así. El mundo espiritual está, precisamente, destinado a ser el fruto del pensamiento perfecto, con la consiguiente bendición y alegría por el vencimiento de la materia, la alegría de haberse convertido en el señor de la vida en vez de ser su esclavo, la alegría de haberse convertido en uno con el amor, la sabiduría y la omnipotencia, la alegría de haber llegado a ser uno con Dios. El mundo espiritual es el país de la felicidad y la alegría, mientras el mundo físico es el crisol, molde o taller de Dios para la creación del hombre perfecto a su imagen. Es aquí donde el ser es limado, alisado y pulido. Es aquí donde aprende a vencer el modo horrible de ser y aspecto animal del egoísmo y el primitivismo, para finalmente brillar y resplandecer con la brillante gloria de Dios, que todo lo ilumina en la culminación de las experiencias de la vida. No es extraño que en la zona de existencia física encontremos preocupaciones, dolor y sufrimientos, puesto que estos fenómenos son exclusivamente productos de desecho y virutas de madera de esta «creación del hombre por Dios a su imagen y semejanza».


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.