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| Índice de El camino al paraíso |
Capítulo 19
El sufrimiento es una fuente de sabiduría cósmica y crea el camino al amor o a la culminación de la experimentación de la vida.
Como todo el universo o cosmos forma una unidad mantenida eternamente por la antedicha lógica o por el hecho de que todo tiene que ser para alegría y bendición para los seres vivos, toda actuación que no esté a esta onda creará, más tarde o temprano, un cortocircuito.
Este cortocircuito se le manifestará al ser en cuestión como una catástrofe, de mayor o menor envergadura, o un destino desdichado.
Pero, por medio de la catástrofe o cortocircuito, este ser aprende cómo tiene que obrar y cómo no tiene que obrar.
Y, de este modo, va creciendo poco a poco la sabiduría en el ser.
Y como los sufrimientos o catástrofes hacen, de modo correspondiente, que el ser se comporte con humanitarismo y amor, vemos cómo «Dios crea al hombre a su imagen y semejanza».
Y aquí vemos la necesidad absoluta de los sufrimientos para que el hombre pueda llegar a tener «conciencia cósmica» y se convierta en uno con Dios.
Como los sufrimientos son un resultado de errores o actos ilógicos, no pueden de ninguna manera ser ninguna forma de castigo por pecados.
Sino que en su análisis cósmico son fuentes de sabiduría y se convierten así en el camino a la luz, al amor, a la experimentación de Dios y, con ello, a la culminación de la experimentación de la vida.
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