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Índice de El principio de la reencarnación   

 

 
Capítulo 5
Mayor sensibilidad e imaginación
Esta ampliación mental de la conciencia sólo es, en sí misma, un bien para el hombre. Esta ampliación de la mentalidad es, claro está, lo que, finalmente, sacará al hombre del reino animal y lo llevará a constituir el hombre perfecto. Pero, para la mayoría, esta ampliación forma una nueva zona de la mentalidad, es más, desde el punto de vista cósmico casi se puede considerar esta zona como recién nacida. Pero algo que acaba de nacer se encuentra en un estado débil y sin resistencia. La gran transformación de la mentalidad de los hombres ha hecho que el hombre moderno actual casi a la velocidad del rayo, visto desde un punto de vista relativo, ha llegado a unas circunstancias totalmente distintas a aquellas bajo las que sus bisabuelos y tatarabuelos vivían. Es atravesado por una corriente de pensamiento ampliada, de la que sus antepasados nada conocían y de la que, por consiguiente, no podían sufrir ninguna molestia. Esta corriente de pensamiento ha refinado los nervios y la sangre del hombre moderno y, con ello, su organismo que es mucho más sensible y despierto que el de los hombres del pasado, del mismo modo que su ámbito mental, muy naturalmente y de manera correspondiente, también se ha refinado y es más vulnerable. El hombre moderno puede, por lo tanto, enfermar y ser herido en campos en los que sus antepasados eran totalmente robustos o no conscientes, porque su conciencia todavía no se había ampliado con el destacado horizonte de hoy y la consiguiente facultad ampliada de hacer experiencias. Esta facultad ampliada de hacer experiencias se manifiesta en la capacidad de especular del hombre, en la capacidad de poderse imaginar cosas en campos en los que antes era analfabeto. Lo nuevo del hombre es, por consiguiente, su creciente facultad de especular y poderse imaginar cosas. Esta facultad es lo que lo separa cada vez más de su originaria existencia animal.

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