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Capítulo 2
Hastío de vivir y autocompasión
Permanecer demasiado tiempo en una depresión es peligroso.
La depresión es una enfermedad de la facultad de pensar.
La persona deprimida ha perdido la facultad de ver la existencia en su forma normal.
Sólo la puede ver bajo una luz mental negra.
Camina permanentemente en las regiones de sombras del mundo de los pensamientos.
Es como si no pudiera encontrar el camino para salir de estas regiones de sombras y entrar en los parajes de sol.
Sólo ve desesperación y más desesperación.
Lo encuentra todo irrealizable, en tal grado que esto la lleva a sentir un sentimiento de compasión o lástima hacia sí misma demasiado sobredimensionado.
Se siente como un mártir.
Se siente como víctima de los caprichos de la naturaleza, si no son otras personas a las que da la culpa de su «martirio».
Es natural que esta situación, si no se detiene, tiene que llevar al hastío de vivir.
Pero el hastío de vivir es, a su vez, una incipiente enfermedad mental que, en el peor de los casos, da lugar al suicidio.
No se puede llegar a ser más anormal.
Como he dicho aquí, si el cansancio no natural no se cura puede convertirse transitoriamente en una destrucción tanto física como mental. No sirve de nada cerrar los ojos ante ella y dejarlo todo como está, tal como miles de personas hacen hoy, y con lo cual clínicas y hospitales psiquiátricos se llenan con esas ruinas humanas, cuando no terminan en el suicidio. |
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