Lee y busca en El Tercer Testamento
     Artículo:  
(1-3) 
 Cap.:  
(1-17) 
 
Búsqueda avanzada
Índice de La salida de la oscuridad   

 

 
Capítulo 10
El cristianismo y la guerra
No es extraño que los estados cristianos, cuyos pueblos han sido solemnemente bautizados en «Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo» por las autoridades eclesiásticas autorizadas por los estados, se hayan convertido en los pueblos más belicosos de la humanidad, en los conquistadores más grandes, los opresores más grandes, los mayores representantes del poder con el récord más alto en técnicas de muerte, fabricación de máquinas de guerra y utilización de los millones de caballos de fuerza de los elementos para la extinción de «los enemigos». ¿Creen verdaderamente que esto es cristianismo? ¿Cómo puede esto armonizar con el modo de ser cristiano, que ha sido predicado, que se expresa sencillamente de la siguiente manera: «...si alguno te hiere en la mejilla derecha, preséntale también la otra»? ¿Cómo se puede bendecir en nombre de Jesús las armas mortíferas, mil veces peores que la espada que Cristo le pidió al discípulo Pedro que metiese en la vaina? ¿Cómo se le puede pedir a Dios que ayude a destruir a «los enemigos» de uno, mientras se desea toda su protección? ¿No dice el mismo cristianismo: «Porque así conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor unos a otros»? ¿No fue, acaso, verdadero cristianismo el que se reveló en la cruz a través de las palabras del redentor del mundo: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen»? ¿Hay aquí algún indicio de que se estimule la alabanza o sostenimiento del principio de la guerra?


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.