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Capítulo 23
El Padre nuestro es el mayor objeto de meditación que hay en la vida y el camino hacia la luz eterna
Por medio de la meditación sobre toda esta divina estructura cósmica y absolutamente única de la oración, Cristo le ha dado a la humanidad un camino hacia el apoyo más grande y la más alta ayuda en las muchas dificultades de la vida cotidiana con que se encuentran los hombres inacabados.
Un objeto de meditación más perfecto y una meditación más perfecta que, precisamente, sobre este objeto no existe.
Si uno medita seriamente sobre esta estructura de la oración del Padre Nuestro y la pronuncia cotidianamente, no puede evitar descubrir que comienza a vivir cada vez más en armonía con los climas de pensamientos más elevados que existen.
Sí, uno comienza no sólo a atravesar las dificultades de una manera más fácil y lúcida, sino que también comienza a ser una luz para otros seres de su entorno, animales y hombres, plantas y minerales.
Y a través de los objetos de meditación del Padre Nuestro, el hombre comienza a ayudar a la Divinidad en su propia transformación en «el hombre a su imagen y semejanza», y una incipiente existencia transfigurada comienza poco a poco a mostrarse a lo lejos.
De este modo, estos objetos de meditación formulados en la estructura del Padre Nuestro llevarán poco a poco a la humanidad terrena que medita a brillar y resplandecer en su última época de su transformación en la humanidad a imagen y semejanza de Dios.
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