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Las galaxias del universo
Capítulo 1
El universo físico
¿Qué conocemos del inmenso cielo estrellado que en las noches sin nubes vemos extenderse sobre nuestras cabezas en la bóveda del cielo?
La ciencia materialista ha alcanzado a mostrarnos que este cielo supera todo lo que se puede calcular en tamaño, distancia, espacio y tiempo.
Cuando se trata de las distancias en el espacio celeste, la ciencia no puede usar expresiones cotidianas corrientes.
Son tan gigantescas que se ha tenido que crear una nueva unidad de medición para pensar en estas perspectivas, una unidad a la que se le ha dado el nombre de «años luz».
De este modo, se está en condiciones de medir la distancia a lejanos sistemas solares y de galaxias, que se pueden observar con prismáticos y telescopios y que están cientos de miles de veces más lejos de la Tierra que el espacio que la luz, a una velocidad de 300.000 Km. por segundo, viaja en un año. Pero esto quiere decir, en realidad, que cuanto más intentamos ver en la lejanía del universo más vemos en el pasado. Cuando con ayuda de aparatos ópticos vemos en el espacio celeste constelaciones de estrellas o galaxias a varios cientos de miles de años luz, no las vemos cómo son hoy, sino cómo eran hace varios cientos de miles de años. Que estas constelaciones de estrellas y sistemas de galaxias sean violentos océanos de fuego e incandescentes soles con diferentes grados de calor no da ninguna solución real al enigma o misterio con que el hombre común las ve envueltas. Pesando y midiendo y juzgando velocidades, la ciencia física hace un trabajo muy grande e inestimable, pero el enigma del universo no puede resolverse exclusivamente con estos métodos. Dan perspectivas con las que el pensamiento puede trabajar, pero en el campo de esta investigación, al igual que con todo en la vida, este pensamiento tiene que encontrar resultados de las manifestaciones de la vida y no sólo resultados de pesos y medidas. |
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