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Índice de El principio de la reencarnación   

 

 
Capítulo 4
Reemplazo total o parcial del organismo
Que la transformación del organismo, que el principio del renacimiento o de la reencarnación del organismo esté, de este modo, sometido a evolución debe ser porque tiene que haber un objetivo con esta evolución, y este objetivo es hacer el reemplazo cada vez más imperceptible. Los hombres terrenos y las categorías de seres emparentados con ellos han alcanzado este objetivo hasta la perfección dentro de una sola vida. De hecho, lo han alcanzado tan perfectamente que los hombres no notan en absoluto el reemplazo de su organismo y niegan la reencarnación. Sólo se dan cuenta del proceso de reemplazo donde éste todavía no es perfecto y se llama muerte. Aquí todavía no han conseguido crear un reemplazo parcial del organismo y, como sólo están acostumbrados a una «muerte parcial», creen que el reemplazo total del organismo significa una «muerte total». Pero el hombre sólo tendrá durante un breve periodo de tiempo una creencia así, debido a falta de conocimiento de las leyes eternas de la vida; muchos hombres, que buscan, ya han comenzado a encontrar una solución al enigma de la muerte.
      El sentido de la vida no es que los hombres se ocupen con «la muerte» y «el mundo espiritual» como algo misterioso, ambos se convertirán en ciencia cotidiana y los hombres, con el tiempo, estarán en condiciones de vencer a la muerte con su conocimiento y su facultad creadora.
      Es la voluntad de la Providencia o de la Divinidad que el ser vivo, a través de un largo periodo en la espiral de evolución, llegue a poder experimentar su existencia eterna sin las interrupciones del organismo que tienen que tener lugar en la espiral de evolución de un reino vegetal y un reino animal. Es decir, que un reemplazo imperceptible del organismo, tal como el que el hombre terreno ha llegado a dominar dentro de una sola vida terrena, una vez en el futuro también será dominado por este ser, cuando pase del estado físico al estado en forma de rayos.
      De hecho, el concepto «resurrección» se convertirá con el tiempo en una realidad para el hombre terreno, del mismo modo que, cuando haya llegado a un estadio de evolución tal que con la fuerza de su voluntad domine la materia, ya no podrá seguir siendo designado como un «hombre terreno», sino como un «hombre verdadero», un «hombre a imagen de Dios».
      En mis análisis y símbolos cósmicos puedo mostrar en qué lugar de la espiral de evolución este objetivo será una realidad. En la última parte del tercer reino de la espiral, el verdadero reino humano, una existencia así de perfecta comenzará a ser un hecho. Entonces la transición entre la experimentación de la vida física y espiritual del ser ya no será frenada por ningún «proceso de muerte», el paso será tan perfecto como el paso de la infancia a la juventud y de la juventud a la edad adulta y de la edad adulta a la vejez es hoy para el hombre terreno.


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