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Índice de La salida de la oscuridad   

 

 
Capítulo 6
La cultura vikinga o pagana del cristianismo
Pero la redención del mundo todavía no está terminada o cumplida. La humanidad todavía no ha sido liberada del paganismo o fuerzas de la oscuridad, de la naturaleza animal o mortífera en la mentalidad o psique de los hombres. El verdadero cristianismo o ley del amor: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente» todavía está muy lejos de su cumplimiento en el modo de ser de los hombres. Y a esto hay que añadirle lo siguiente: «Amarás al prójimo como a ti mismo». La tarea de la redención del mundo es guiar a los hombres para que puedan cumplir estos dos mandamientos. La facultad de poder cumplir estos dos mandamientos hace del ser «el hombre a imagen y semejanza de Dios». Este es el resultado final de la misión de la redención del mundo. Mientras el hombre no pueda mostrar este resultado final en su modo de ser cotidiano, es todavía un hombre inacabado y necesita ser guiado por la redención del mundo. No es difícil ver que el cristianismo sólo está, en realidad, en su comienzo. Desde el punto de vista espiritual, los hombres todavía están de muchas maneras inmersos, en mayor o menor grado, en la cultura vikinga o pagana. Esta cultura existe en forma de todos los fenómenos en el modo de ser que no cumplen el mandato de Cristo o ley para una existencia perfecta. Y vamos a echar un vistazo a los hombres en la cultura moderna de hoy. ¿Cumplen los hombres aquí los mandatos cristianos? ¿Aman los hombres aquí a sus enemigos? ¿Bendicen a quienes los maldicen? ¿Hacen el bien a aquellos que los odian? ¿Y oran por aquellos que los ofenden y persiguen? ¿Perdonan al prójimo que les hace daño hasta setenta veces siete veces cada día? ¿Cuentan con que cada uno que mate a espada a espada perecerá? ¿Cuentan también con este mandato cuando van de caza o de pesca o, de otro modo, colaboran en los millones de muertes de animales que tienen lugar, debido a la superstición o creencia irracional milenaria de que la alimentación animal es una condición de vida para el hombre? ¿No se ha puesto en evidencia que los estados «cristianos» son los pueblos más belicosos del mundo? Han sido los más hábiles para matar y someter otros pueblos de la Tierra. Han sido los más hábiles para matar con «la espada». ¿Qué pasa entonces con la matanza a la que, debido a esto, ellos mismos están predestinados? ¿No se muestra, precisamente, como la desastrosa matanza que vemos en forma del océano de enfermedades que sufren los hombres y contra las que luchan con todas sus fuerzas? ¿Qué son las enfermedades? Las enfermedades son el principio mortífero en los organismos. ¿Cómo van a poder los hombres ser liberados de las enfermedades mientras ellos mismos mantengan su organismo teniendo como base el homicidio? ¿Cómo puede ser liberado su destino del mayor o menor despliegue mortífero de otros, cuando ellos mismos intentan mantener su vida o destino en virtud del mismo principio? ¿Cómo puede una sociedad de seres así ser otra cosa que una sociedad primitiva, pagana, basada en el espíritu vikingo, una especie de reino animal superior? Una sociedad así no es de ninguna manera un «cristianismo verdadero» basado en el sermón de la montaña o sol vivificante y luminoso de la redención del mundo. La humanidad de la Tierra todavía no representa un real y «verdadero cristianismo», el que sólo y únicamente puede manifestarse a través del cumplimiento de todos los mandatos de la redención del mundo. El grado de cristianismo que los hombres de la Tierra actuales representan es todavía muy limitado, a pesar de los muchos bienes luminosos, ya citados, que este cristianismo ha dado a la humanidad. El cristianismo aún no es la base fundamental de la vida de la humanidad. El estado, la cultura y el modo de ser se basan todavía en el poder de la espada. El cristianismo todavía es una pequeña y débil planta que está brotando a través del gran desierto del paganismo.


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