Hoy tenemos el gran placer de poder estrenar nuestra nueva sala de conferencias. El que esto haya podido suceder se debe a nada menos que un milagro. Detrás de este milagro se encuentra únicamente el amor y la inmensa ayuda que hemos recibido de varios de los hombres y mujeres fieles a la causa. No han vacilado en dedicar todo su tiempo libre a ese propósito y, además, lo han hecho con gran alegría. Su colaboración incluso se ha manifestado como una fiesta. Han venido fielmente aquí todos los fines de semana desde enero. Han trabajado con frío y heladas, en lluvia y oscuridad. Lo han hecho porque sintieron con nosotros que el trabajo tenía que hacerse.

El sentido de la vida es que debemos evolucionar o ser transformados en ser a la «imagen de Dios». Entonces, ¿qué es la «imagen de Dios»? – «La imagen de Dios es «la manera de ser de Dios». Pero ¿cómo podemos conocer la manera de ser de Dios? – Lo podemos lograr observando. Estamos en medio de la manera de ser de Dios, todo lo que sucede a nuestro alrededor es la manifestación o proceso creativo de Dios. Este proceso creativo de Dios o de la naturaleza resulta inmensamente lógico y perfecto. En todas las situaciones en las que estos procesos creativos están terminados, son únicamente para alegría y bendición de los seres vivos. Podemos convertir eso en un hecho observando nuestro propio organismo. Tenemos ojos lindos para ver, oídos para oír. Podemos crear, podemos experimentar, tenemos diferentes sentidos y este maravilloso organismo donde cientos de funciones automáticas funcionan de manera completamente ingeniosa y perfecta, por lo menos cuando nosotros no intervenimos para destruirlos. Vemos que los organismos de todos los seres vivos están ingeniosamente construidos y adaptados a las condiciones de vida en los distintos estadios.

Muchos de los procesos de creación que estamos presenciando no están terminados, de hecho, hay tantos que no están terminados que pareciera mostrar que no hay Dios, que vivimos en una terrible oscuridad, que todo son coincidencias. Pero eso no es cierto. Debemos utilizar como referencia las experiencias donde podemos observar los procesos de creación terminados. Donde no están terminados no pueden, claro está, cumplir el propósito y ser de alegría y bendición. Los animales todavía están guiados y desarrollados automáticamente, ya que sus vidas se promueven instintivamente. A los seres humanos, que hasta cierto punto son impulsados ​​por el instinto, también se les ha dado la capacidad de crear por sí mismos. Pero la creación y la forma de ser de los humanos no parece siempre ser de alegría y bendición, y esto demuestra que aún no están terminados. Si estuviesen terminados, toda su apariencia debería ser luz solar y calor. Debería ser en un grado inmenso para alegría y bendición de su entorno. El objetivo es ser a imagen de Dios. Así como la Deidad crea todo para alegría y bendición en su resultado final, también debe ser la meta de la habilidad creativa que la Deidad ha comenzado a otorgar a los hombres. Donde no crean de la misma manera que la Deidad, ocurren accidentes y sufrimientos, y allí llegan a vivir en melancolía, dolor, preocupación, enfermedad, guerra, mutilación, angustia, suicidio y todo lo de lo cual la vida cotidiana está tan llena.

A los seres humanos se les ha dado la capacidad de pensar y comprender, de investigar y observar y de sacar conclusiones. Tienen una capacidad de inteligencia tan grande que deben comprender que no son tan inocentes a lo que sucede en su vida diaria como podrían pensar. El propósito de los análisis cósmicos que Dios me ha dado la capacidad de crear es que deben ayudar a los humanos a ser capaces de crear como la Deidad y llegar a comprender que las habilidades y talentos que tienen no deben seguir siendo utilizados para matar, asesinar, crear armas homicidas, hacer guerra, difamar al prójimo y sentirse ofendidos, enojados y amargados. Cuando, sin embargo, se despliega tanta oscuridad es porque los hombres no están terminados, y cuando no están terminados, deben ser más o menos molestos.

La cuidad de vacaciones es como un anexo o un área adicional a nuestra misión y a nuestro trabajo en el Instituto en Copenhague, y su propósito es brindar a aquellos hombres que tienen hambre de llegar a comprender el sentido de la vida, la oportunidad de estudiar los análisis cósmicos y así obtener una guía en los procesos de creación de la Deidad. A través de esta guía, deben aprender a ver con los «ojos de Dios». El punto de vista de la Deidad sobre la existencia, los seres humanos, los animales, la tierra y el universo es un punto de vista propio, un punto de vista muy elevado. Esta vista lo sabe todo y no puede equivocarse.

Los seres humanos viven en un mundo y en un campo de visión donde se equivocan en muchos casos y cometen errores muy desafortunados. Pero en cierto modo están afortunados porque los errores existen para mostrarnos lo que está mal. Por todas partes donde nuestra manera de ser genera sufrimiento, dolor, enemistad y maldad, hemos actuado mal. Hay algo en nuestra manera de ser que no está en contacto con los procesos creativos de la Deidad. La Deidad crea de acuerdo con la lógica más elevada, y cuando los humanos también crean, entonces habrá dos creaciones. Pero si no están en contacto entre sí, uno es lógico y el otro es ilógico, el resultado no puede ser más que un cortocircuito, y es este cortocircuito lo que llamamos ira y amargura, guerra y mutilación, muerte y perdición. Estos cortocircuitos solo muestran que el hombre aún no es en «la imagen de Dios». El hombre, por supuesto, debe llegar a ser en la «imagen de Dios», pero entonces es necesario que llegue a ver las cosas de la misma manera que la Deidad y que experimente el mismo estado divino: no poder equivocarse.

Durante milenios nos han predicado cuál es el camino correcto. Hay que ser bueno y cariñoso, «hay que amar al prójimo como a sí mismo y a Dios sobre todas las cosas. Es el cumplimiento de todas las leyes». El redentor del mundo también dice que «hay que perdonar al prójimo no sólo siete veces al día, sino hasta setenta veces siete veces al día». Es decir que no hay ninguna situación en la que uno no deba perdonar al prójimo. Cuando uno no lo hace, está claro que habrá un cortocircuito con la creación de la Deidad. El hecho de que los hombres no estén terminados no justifica enojarse, odiar o vengarse. Eso solo se hace en las áreas de la ignorancia. Por lo tanto, es definitivamente una condición vital llegar a ver la verdadera realidad que existe detrás de la realidad ilusoria, donde nada es lo que parece ser. Los humanos han entrado en una era en la que, al desarrollar esta visión divina, tienen acceso a ver la realidad absoluta detrás de la ilusoria, y aquí en la cuidad de vacaciones existe una ocasión especial para eso en los meses de verano.

Los hombres inacabados tienen dos naturalezas. Tienen la tendencia heredada del animal, el «instinto de autoconservación» o este «todo piensa en sí mismo» y el comienzo de la verdadera naturaleza humana. Es importante que se llegue a ver qué es lo humano y qué lo animal. Desacostumbrarse de lo animal es el único camino para tener un destino brillante y feliz. Todos somos instrumentos de la Deidad; algunos son herramientas para matar y asesinar y tienen que estar en la esfera donde puedan cosechar lo mismo. Otros están en un estado en el que no tienen corazón para hacer tanto daño, no tienen corazón para vengarse, odiar o calumniar, y llegan a vivir en la esfera más brillante. Pero para llegar a este estadio alto hay que alejarse de este pensamiento habitual sobre el prójimo. Cuando uno se enoja, juzga y critica al prójimo, es una expresión de que uno mismo está inacabado, entonces uno está en la misma esfera. «Con el juicio con el que juzgas a los demás serás juzgado». Es una verdad verdaderamente científica, y los análisis cósmicos muestran en pocas palabras que «hay que perdonar al prójimo».

Al estudiar los análisis, uno puede ver lo importante que es evaluarse a sí mismo: «¿Cómo es mi visión de los humanos, de la existencia y de la Deidad? – ¿Dónde me encuentro en medio de este universo, en medio de todas las diferentes manifestaciones de los seres vivos?» Si te examinas honestamente, podrías encontrar: «Uf, tengo tendencia a difamar, me parece muy interesante contar noticias sobre otras personas y especialmente si son noticias desagradables o degradantes y despectivas». Si tienes esta tendencia, debes deshacerte de ella lo antes posible, porque es un cáncer mental puro que puede destruir la parte buena de la mentalidad que ya has desarrollado. Si tienes otras inclinaciones tristes, también debes intentar desacostumbrarte de ellas. El objetivo es verlo desde el punto de vista de Dios, es decir, hay que ayudar a hacer la vida más brillante y feliz a los semejantes. Si estos semejantes son hostiles hacia nosotros, no es su culpa. No hay nada en absoluto que nos pueda tocar que nosotros mismos no hayamos causado en esta o en vidas anteriores. Es importante no mirar a los hombres como canallas, criminales, matones, malvados, ladrones y asesinos, incluso si lo son. Hay que verlos como algo que Dios está modelando. Cuando un artista modela un busto, también hay estadios en los que el rostro no está tan pulcro y bien formado como cuando esté terminado. Dios modela a todos los hombres inacabados, están bajo la mano creadora de Dios y han llegado a un cierto estadio en el que aún no están terminados, y entonces es una tontería que nos amarguemos y enojemos por esa razón.

Es peligroso tener malos pensamientos o estar enojado y amargado y molestar a otros hombres, y no solo es un peligro externo sino también un peligro interno, porque los pensamientos individuales son fuerzas vitales que afectan los órganos especiales en nosotros. Podemos tener pensamientos que afectan directamente al corazón y producen un infarto. Puede llegar sin que te des cuenta, por haber odiado durante años y seguir siendo amargado y enojado a causa de casi nada. Puedes tener pensamientos que actúan sobre el estómago y crean úlceras estomacales, otros actúan sobre el cerebro de manera que uno eventualmente se debilita mentalmente, mientras que otros a su vez pueden destruir los músculos y la piel, etc.

A través de los análisis cósmicos se puede aprender mucho acerca de estas clases de pensamientos y así se puede lograr una curación milagrosa. Pero para hacer eso los hombres deben llegar a poder pensar en estas altas líneas y en todas las situaciones ser capaces de entender que «nadie puede sufrir injusticia y nadie puede cometer injusticia», y que todo es tan perfectamente arreglado cósmicamente, que todo en el resultado final de la Deidad se convierte en alegría y bendición para los humanos. Puede que no sea de alegría y bendición de inmediato, pero gracias al sufrimiento experimentado, se desarrolla la capacidad humana. Para alejarse de los sufrimientos, uno tiene que entender la causa de ellos y la intención de los mismos. La idea es que uno debe llegar a verlo todo con los «ojos de Dios».

En la Biblia tenemos una expresión de cómo Dios ve las cosas. En Genesis Dios dice: «Mira, todo es muy bueno.» Todo en este momento es tan perfecto como puede ser debido al pasado y con miras a lo que será en el futuro. Hoy no es como será en el futuro, pero hoy es tan perfecto como puede ser.

Debemos aprender a alejarnos de la noción de que alguien debe ser castigado o que Dios castiga a los hombres. No hay «castigo» en absoluto, solo hay «causa y efecto». Si agregas sal a tu café, se vuelve salado. Si agregas azúcar, se vuelve dulce. No es un «pecado» cometer un error, y, por lo tanto, todo lo que estamos acostumbrados a llamar «pecados» son solo errores. Pero las acciones erróneas dan sabiduría y entendimiento, y en los sufrimientos existe un aspecto divino que da nacimiento a la capacidad humana o el incipiente amor al prójimo. Se muestra de la manera que ya no puedes hacer el mal que podías hacer antes. Llegas tan lejos que aceptas ser insultado. Prefieres sufrir a que los demás sufran. Esta capacidad divina de amar te protegerá, ya que estás protegido en el mismo grado que proteges a los demás.

Además de la capacidad de amar, los hombres reciben otro gran regalo de la Providencia, a saber, la «intuición». La «intuición» es la capacidad a través de la cual pueden experimentar la Deidad y la existencia fuera del tiempo y el espacio. Es la capacidad que necesitan para que lo espiritual se convierta en ciencia. La ciencia espiritual sólo puede surgir por la intuición y no por la inteligencia como la ciencia material. Es la intuición la que permite a los hombres experimentar la verdadera realidad detrás de la realidad física, detrás del tiempo y el espacio. Es esta habilidad la que les hace ver con los «ojos de Dios» y estar en contacto con la Deidad. Cuando Cristo en su Sermón del Monte declara: «Yo y el Padre somos uno», muestra que él había llegado a este estadio.

Es importante que los hombres vean la vida de una manera completamente diferente. Mientras te enojes y te amargues, mientras fomentes antipatía y molestes a los demás, estás cósmicamente ciego. La ira, la amargura y la antipatía bloquean la intuición. Para llegar a ver con la visión de Dios, tienes que desacostumbrarse de estas cosas. Si no tienes nada bueno que decir sobre un ser humano, es mejor callarte. Si estás participando en matar, directa o indirectamente, también debes pensar en alejarte de eso. Al comer carne, ayudas a matar a los animales. Aquí en Dinamarca matamos miles y miles de animales todos los días para comerlos, pero eso no es lo que da la visión más alta. Los humanos no deben seguir comiendo los cuerpos o cadáveres de otros animales. No digo esto para criticar a las personas que comen alimentos de origen animal. Por supuesto, la gente puede hacer lo que quiera. Mi única tarea es explicar cómo se llega a ver con los «ojos de Dios».

Uno debe llegar a comprender la cosmovisión y ver que el tono básico del universo es el amor. El universo es el organismo de Dios, y todos somos órganos en este organismo, todos somos instrumentos de Dios. La deidad tiene herramientas que pueden manifestar la oscuridad porque se necesita crear un contraste oscuro, pero eso es solo secundario. La vida primaria en la conciencia de la Deidad es el amor, la luz, la sabiduría, la belleza, y es eso que transformará al animal en humano. En nuestra misión y causa se trata de estudiar los análisis cósmicos y llegar a darnos cuenta de que el camino a la luz es dejar todas estas viejas tradiciones degradantes y molestas y llegar a poder ver a Dios en todos los seres y ver el plan de Dios en todos los procesos de creación. Todas las cosas creadas tienen que tener un estadio inacabado. Las frutas tienen un estadio ácido antes de volverse maduras y sabrosas. Una casa que se está construyendo también tiene un estadio inacabado o agrio. Durante la construcción de esta casa, hemos visto tinas de cal, tablas, ladrillos y otras cosas en un gran caos. Pero ahora está terminada y lista para usar, y se vuelve una alegría y bendición de las personas que quieran venir aquí y recibir enseñanza.

La cuidad de vacaciones no pretende ser solo un pueblo de vacaciones donde solo vienes para bañarte y tumbarte en la playa. Por supuesto, está bien, pero la ciudad de vacaciones aquí está destinada a ser un área de enseñanza donde puedas recibir enseñanza diaria durante las vacaciones y, por lo tanto, llegar a darte cuenta de qué es lo que ves cuando ves con «los ojos de Dios». Aquí hay que aprender a ver que «todo es muy bueno».

Es una bendición y alegría traer sabiduría a la conciencia, darse cuenta de dónde se han cometido errores y cómo hacer lo correcto. Entonces no puedes vivir mucho tiempo sin ver que has crecido y has tenido una vida más feliz. Lo que antes te podía disgustar y molestar ya no te toca. Poco a poco te estás entrenando para ya no poder sentir antipatía. Hay personas que sienten antipatía, tanto cuando es lógico como ilógico. Hay personas que sienten simpatía por ciertas clases de personas y antipatía por otras. También es algo que está bastante mal. Uno debe aprender que todos los humanos son hijos de la Deidad. La Deidad habita en todos nosotros, y lo que es nuestro «yo» es el «yo» de la Deidad.

A través del desarrollo, gradualmente somos llevados a ser capaces de crear solo de manera lógica, de modo que solo usaremos nuestras habilidades y talentos para la alegría y bendición de todos los seres, para los humanos, animales y plantas, sí, incluso enviaremos nuestros pensamientos amorosos al microcosmos y al macrocosmos. Es «amar a Dios sobre todas las cosas». Debemos llegar a esto, ya que la Deidad es el «yo» vivo, que tiene la lógica, la inteligencia y la conciencia que vemos crear a nuestro alrededor, y que está en el proceso de transformar al hombre en ser «a su imagen». Vemos que estamos así bajo la mano creadora de Dios, y que en el futuro experimentaremos una luz cada vez mayor.

Esta experiencia espiritual me permitió percibir los análisis cósmicos que son mi misión dar al mundo, y que ahora en cierta medida también se han convertido en su misión, de modo que mi misión se ha convertido en una gran causa común. Es el primer comienzo del verdadero reino divino mundial que está por venir. Es el comienzo del resultado final que la Deidad pretende crear con la vida humana. Dependiendo de nuestras habilidades y disposiciones, dependiendo de lo que podamos ver con los «ojos de Dios», estamos en el proceso de ayudar a Dios crear una cultura mucho más elevada y una forma de existencia mucho más hermosa.

Vemos así que se trata de entrenarse a ver con los «ojos de Dios». Esto conduce inevitablemente a que te conviertas en un sol brillante y cálido para los alrededores. Dentro de ti crece este tremendo deseo: «¡Quiero ser de alegría y bendición por todo lo con que entre en contacto!» – Cuando alcanzamos esta voluntad, la Deidad comienza a estar viva en nuestra conciencia. Esa es nuestra misión. Es la intención de la cuidad de vacaciones ayudar a la gente a tener esta voluntad y deseo de ser instrumentales en crear alegría y bendición para su entorno.