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Lista de artículos

M2490
La salvación del mundo
por Martinus

1. El amor es lo único necesario para la salvación del mundo
¿De qué tienen que ser salvados los hombres? ¿Tienen que ser salvados de algo? ¿No son como tienen que ser? Están muy lejos de eso. Los hombres están en evolución o siendo creados, y se trata de ver qué es lo que puede alejar a los hombres de la gran cantidad de estados de oscuridad en que se encuentran. ¿Por qué hacen, por ejemplo, la guerra? ¿Por qué hacen campos de concentración y torturan a otros hombres a muerte? ¿Por qué hacen armas nucleares? ¿Por qué son intolerantes? ¿Por qué se calumnian mutuamente?
Se trata de encontrar la razón de estos estados de oscuridad, y sólo tienen una razón, y es la falta de amor. El amor es lo único que puede alejar a los hombres de los estados de oscuridad. Lo único necesario es, por consiguiente, llegar al fondo de qué es el amor.
El amor es, en último término, la irradiación del espíritu del propio Dios. El objetivo es que los hombres lleguen a irradiar al cien por cien el espíritu de Dios. Su conciencia tiene que convertirse en la perfecta manifestación del «espíritu santo».
2. Las armas no pueden salvar al mundo
En la naturaleza vemos que todos los fenómenos, que Dios ha terminado, en su resultado final son, en sumo grado, una alegría y una bendición para seres vivos. Está claro que los hombres también lo serán. El objetivo no es que sean maldición, sufrimiento y tristeza. No continuarán siendo la razón del sufrimiento de otros. Serán a imagen de Dios, y para comprender lo que es esta imagen, se debe estudiar el amor.
Muchos piensan que las armas pueden salvar al mundo. Crean poderosas armas mortíferas y creen que pueden crear paz y liberar a los hombres con estas armas. Esto es imposible. No existe nada en absoluto que pueda liberar a los hombres de la guerra y el sufrimiento, la enfermedad, necesidad y miseria, exceptuando una sola cosa: el amor.
3. El amor del matrimonio no puede salvar al mundo
El amor del matrimonio ha sido puesto por las nubes por escritores y artistas como lo único que da felicidad. Esto también es cierto en una cierta época evolutiva, en la que es el único estado de simpatía que los hombres pueden alcanzar. Pero no seguirá siendo así, un estado de simpatía tan pobre no puede salvar al mundo. Si la simpatía del matrimonio pudiera salvar al mundo, el mundo haría tiempo que estaría salvado, pero no puede ni salvarse a sí misma. Vemos cómo los matrimonios degeneran, cómo surge infidelidad y muchos matrimonios desdichados que dan lugar a niños desdichados, a causa de los divorcios y muchas otras cosas desagradables.
4. El espíritu de Dios se manifiesta en el acto de apareamiento.
No es que quiera ir en contra del matrimonio. En la época, a la que pertenece el matrimonio, es un fenómeno divino. El matrimonio ha llevado a los hombres a través de muchos estados desdichados, y ha sido la luz más alta a lo largo de los estados primitivos de oscuridad, donde, por así decir, eran hombres salvajes. El amor del apareamiento era el único punto o la única realidad donde tenían contacto con el poder divino. Este poder divino se manifestaba en el denominado acto de apareamiento o acto sexual que promovía la procreación y daba a los hombres la más alta sensación de voluptuosidad que existe. ¡Esta sensación de voluptuosidad es nada menos que un pequeño destello del espíritu divino! No se está acostumbrado a llamarla espíritu de Dios. Se está acostumbrado a que el espíritu de Dios son palabras que se oyen en los sermones en la iglesia, pero esto sólo es indirectamente. La directa sensación del espíritu de Dios tiene lugar por medio de esta luz divina que se manifiesta en el acto de apareamiento, y que ha conducido evolutivamente a todo el reino animal hacia el estado de hombre, y que también conduce al hombre en su primer, incipiente estado primitivo.
5. El amor universal es algo distinto al amor del matrimonio
En el estado primitivo, el matrimonio es la más alta luz divina que el hombre puede alcanzar, pero ha sido creado para alcanzar una luz mucho mayor. Debe convertirse en la imagen de Dios. Por esto, también vemos que sigue evolucionando, y que surge un estado nuevo de amor. El hombre experimentará un estado de amor totalmente distinto, el estado de amor universal. El amor del matrimonio no es en sí mismo amor, es, ciertamente, una simpatía, pero es con condiciones. No está dispuesto a dar en vez de tomar, sino, al contrario, a poseer. Si las dos partes no tienen derecho de posesión mutua, surge desarmonía, y el matrimonio es desdichado. El matrimonio es, como se ha dicho, divino, mientras los hombres estén predestinados a ser dichosos en él, y, por consiguiente, no cesará mientras haya necesidad de él.
6. La ciencia del espíritu, el portavoz, el espíritu santo
Pero los hombres han llegado ahora a un estadio evolutivo en el que están en condiciones de poder pensar y comprender más que anteriormente, y, por esto, el plan del universo puede ahora manifestárseles de otra manera. Lo que queda por manifestar del plan del universo es todo lo que no se les ha dado en la Biblia, pero que Cristo prometió que el Padre les enviaría en forma del «portavoz, el espíritu santo». Tenía que enseñarles a los hombres todo lo que Cristo no les podía explicar entonces, dado que no estaban evolucionados para comprenderlo. El portavoz, el espíritu santo no es un hombre que va a venir. No es un redentor del mundo. Es, al contrario, una ciencia, es un conocimiento sobre los más altos fenómenos, una explicación de la grandes verdades de Cristo y una profundización en ellas, de manera que sean hechos evidentes para la humanidad.
7. La tarea de la ciencia del espíritu es explicar la transformación de los polos sexuales
Por medio de la ciencia del espíritu estamos en condiciones de seguir la evolución del hombre, y esto no es especialmente complicado ni misterioso. Se puede seguir totalmente en virtud de los órganos que fomentan la evolución de los hombres. Estos órganos humanos son el polo masculino y el polo femenino. Todos los seres tienen estos dos polos en sí mismos, pero no están igual de desarrollados. Visto simbólicamente, el ser unipolar surgió cuando Dios creó a Eva de la costilla de Adán. Los seres-eva son seres unipolares, dado que uno de los dos polos está latente. Estos seres unipolares han sido creados de tal manera que puedan experimentar el contraste que es absolutamente necesario para poder experimentar la luz suprema. Este contraste es la oscuridad. La experimentación del contraste oscuridad o «la caída del primer hombre», como la Biblia lo llama, es fomentado por «el principio-eva», o estado unipolar. No hay ninguna caída del primer hombre, sólo se puede hablar de errores, y los errores les dan a los hombres conocimiento. También sabemos que la serpiente guió a los seres-eva a que comiesen del árbol de la ciencia. Y que Eva le dijo a la serpiente: «Si comemos del árbol de la ciencia, moriremos», y la serpiente respondió: «No, no moriréis, adquiriréis, en cambio, la facultad de distinguir entre bien y mal como el propio Dios», y este era, precisamente, el plan de Dios. La serpiente no tentó, sino que guió a los seres-eva, y esa fue la primera manifestación del principio de la redención del mundo que tiene como tarea guiar a los hombres. Lo ha hecho, a lo largo del tiempo, por medio del hecho de que la Divinidad ha enviado hombres más evolucionados como líderes y guías.
Conocemos, por ejemplo, a Cristo como un gran guía de los hombres. Los llevó al estadio en que hoy se encuentran, pero ahora la humanidad ya no puede ser dirigida más lejos por ese camino. Las religiones han sido creadas como alimento del sentimiento, pero ahora han perdido su poder sobre los hombres, ya que éstos han desarrollado una inteligencia muy grande y, debido a ello, exigen que todo sea lógico. Deben poder ver que algo es beneficioso. Tiene que ser algo que verdaderamente sea positivo. Sólo se les puede explicar de una manera que se les revele en análisis que apelen a la inteligencia, y que simultáneamente satisfagan el sentimiento y los demás sentidos que los hombres han desarrollado hasta el momento.
8. Climas de pensamientos animales y humanos
Lo que los hombres tienen ahora que aprender y acostumbrarse a comprender es el nacimiento de este nuevo amor que salvará al mundo. Este amor es el amor universal que se le atribuye a Dios, pero que los hombres también tienen que llegar a poder manifestar. Cada hombre tiene que llegar a irradiar por sí mismo luz de la propia profusión luminosa de la Divinidad, que se percibe como la luz suprema. A esto llegarán los hombres, pero, ¿qué es lo que irradian hoy? Irradian climas de pensamientos oscuros que hacen que otros se entristezcan y enfermen, que matan y asesinan, que hacen que otros sufran, se enojen, odien y persigan. Esto es lo que, en gran medida, sucede en el actual estadio de los hombres terrenos, donde todos están en guerra contra todos. Es cierto que aquí, en Escandinavia, no estamos en guerra, pero ¿por qué no lo estamos? Los países, que no están en guerra, están atados a otras potencias. Las grandes potencias dominan a los países más pequeños. Se puede decir que hay un estado de suspensión de hostilidades, paz no la hay en absoluto. Pero es, precisamente, esto lo que los hombres ahora anhelan tanto. Anhelan paz, y la paz sólo puede crearse con el espíritu de Dios en el hombre, o sea, por medio de amor. El amor que manifiesta el matrimonio no es el amor «verdadero». Es un principio muy divino, donde los hombres son primitivos y no tienen otra luz y deben defenderse ante el mundo que los rodea que, en realidad, es hostil. Las tribus primitivas estaban en guerra las unas contra las otras. Debían luchar mutuamente. Debían matar animales y, a veces, también hombres para poder subsistir ellas mismas.
9. El amor universal no es un amor platónico
Pero también tenemos otro amor, el verdadero amor que se manifiesta por medio de lo siguiente: «mejor dar que tomar». Para los seres el máximo placer será poder dar y ayudar en todas partes donde hay necesidad, poder allanar las dificultades, iluminar la conciencia de las personas tristes, ayudar a quienes están caídos, ayudarlos a orientarse, aconsejarlos, etc. Para esas personas, que han evolucionado y han llegado a tener amor universal, esto es una alegría y un placer muy grande. Este amor universal se está desarrollando en los hombres, pero no lo han comprendido. Oyen algo de la Biblia sobre el amor, que hay que amar al prójimo como a sí mismo, etc. Se dice, por ejemplo, «era una persona amorosa» y «tenía buen corazón», etc. Todos tienen algo de este amor universal, pero no se debe confundir con el amor del matrimonio, porque no tiene nada que ver con este amor. Es cierto que personas casadas o matrimonios pueden muy bien ser amorosos con su entorno, pero esto es un amor platónico. No es un «amor con fuego». Puede dar satisfacción poder crear alegría a su alrededor, pero se convertirá en un amor mucho mayor. Será un amor que no dependerá del disfrute divino del espíritu de Dios que tenían en el acto de apareamiento. En el nuevo amor el espíritu de Dios se presentará en un estado de gran abundancia. Es esto hacia lo que los hombres evolucionarán, y esto tiene, por consiguiente, lugar a través de la bipolaridad.
10. El amor del matrimonio es la base de la guerra
Cuando Dios tomó una costilla de Adán, fue creada Eva. No era una mujer, era un estado de ser. Estos nuevos seres eran seres unipolares. Este estado unipolar comenzó a surgir en el reino vegetal, y como los seres se habían convertido en unipolares, surgió el reino animal, y del reino animal surgió el incipiente hombre que seguía viviendo según los principios del animal. El hombre comenzó a adquirir inteligencia, y comenzó a desarrollar sentimiento. Podía sentir odio y podía vengarse, etc. Podía llevar a cabo la guerra, podía desarrollar armas mortíferas, y esto lo llevó al estadio en cuyo punto culminante se encuentra hoy, donde puede usar las fuerzas de la naturaleza y aniquilar ciudades con millones de habitantes y sus valores culturales. Esto se puede hacer en segundos. La base de esto no es el amor universal, sino, al contrario, falta de amor. Es un atributo del amor del matrimonio, del amor animal. Pero es evidente que hombres que crean bombas nucleares y otras bombas, hombres que pueden mentir y robar, matar y asesinar no pueden ser la imagen de Dios ni ser hombres acabados. Crean, claro está, oscuridad y sufrimiento donde quiera que vayan en la Tierra, pero tienen que convertirse en algo distinto, y se convertirán en algo distinto. Los hombres usan las facultades humanas al servicio del principio animal, y esto hace que el mundo entero sea hoy mantenido en virtud del despliegue de poder animal. Las guerras son un despliegue de poder animal. El fuerte puede oprimir al menos fuerte, pero esto no es paz. Es un encarcelamiento, es adiestramiento. No es esta la paz que los hombres tienen que tener.
11. El sufrimiento engendra amor al prójimo
Los hombres tienen que tener una paz donde todos libremente se darán a sí mismos a los demás. Es este amor lo que tiene que surgir, y podemos alegrarnos de que está en fuerte desarrollo en los hombres. Ha avanzado un buen trecho en todos los hombres civilizados. Se puede medir en relación con lo que tienen corazón de hacer. Donde no tienen corazón de hacer mal, tienen amor al prójimo. Y donde tienen corazón de calumniar, mentir o vengarse ayudan a mantener la oscuridad y el reino animal. Donde ayudan a los que sufren y están en contra de todos los despliegues de oscuridad, allí tienen amor al prójimo. Pero esto no es suficiente, este amor debe alcanzar un estadio mucho más alto, de manera que pueda llegar a dominar el mundo. El objetivo no es que todos vivan en guerra con todos, pero esto no puede cambiarse leyendo libros, por medio del sacerdote que predica o dando conferencias. Esto no puede salvar al mundo. Los fundamental que salva al mundo es el sufrimiento que surge donde se actúa erróneamente. Esto desarrolla la facultad humana, y esta facultad es el incipiente amor que transformará el mundo.
12. Las ovejas y los cabritos
Cuando los hombres que, por ejemplo, han sufrido las terribles condiciones de los campos de concentración con tortura, mutilación y una muerte dolorosa nacen de nuevo, no pueden recordar que han pasado por estos sufrimientos, pero ha pasado algo en su mentalidad. Cuando están ante otras personas que sufren, tienen en sí la facultad de sentir el sufrimiento. Se han vuelto humanos.
El sufrimiento es doloroso en el momento, pero en las vidas venideras es una inmensa ventaja para los seres, porque cada vez que han vivido un destino oscuro o estado de sufrimiento crece su facultad humana. Se han vuelto humanos, y son ellos a los que Cristo denomina «las ovejas» y los pone a su derecha el día del juicio. «Los cabritos» son los que aún no han sufrido lo suficiente. Son los que pueden seguir matando y asesinando y que dicen «sólo faltaba que esto se tuviera que tolerar. Tenemos que tener armas, tenemos que tener un ejército». Tienen que tener todas estas cosas para poder desplegar la causa de los sufrimientos que, finalmente, les darán la facultad humana, de manera que pasen al lado derecho, a las ovejas, que avanzarán hacia la luz, la felicidad y la paz. Cada día se muda, por decirlo de alguna manera, a personas a este grupo, y cuando sea mayoría aquí en la Tierra, comenzará una nueva forma de existencia, y los hombres comenzarán a poder crear paz. Pero todavía no son mayoría, la mayoría son, al contrario, los hombres que tienen mentalidad animal.
13. El quinto mandamiento
Estos hombres tienen, sin embargo, muchos lados buenos, pero también tienen lados donde despliegan la causa de la oscuridad sin saberlo. Por ejemplo, matan animales. Aquí, en Dinamarca, se matan miles de cerdos al día. Se crían visones, zorros y otros animales de pelo para que se puedan despellejar y se puedan hacer pieles de ellos. De buena fe, los hombres comen carne, opinan que es una tradición y una vieja costumbre, y que no se puede vivir de otra manera. No se les puede reprochar que actualmente vivan en este estado ingenuo, pero no hay que seguir matando animales. El quinto mandamiento dice: no matarás, no dice nada de que se pueda matar animales. En la Biblia pone también que las plantas fueron hechas para alimento de los hombres. Que hayan venido otras épocas con hambre, en las que los hombres se han acostumbrado a comer carne es otro lado del asunto, pero esto no cambia el principio de que va en contra de la ley del amor. Si uno quiere verdaderamente colaborar a crear cultura, humanitarismo y paz en el mundo debe mirar que no ayude a desplegar estos estados de asesinato. Comer la carne de los animales para existir no es ninguna condición de vida para los hombres, al contrario, cuanto más evolucionado se está, peor se puede soportar la alimentación animal.
14. Cuándo es útil el conocimiento teórico
En la vida cotidiana, los hombres también hacen muchas otras cosas sin pensar que puede haber algo malo en ellas. Pero recibe sus efectos, y esto los hace humanos. Cuando se han convertido en humanos y están en contra de la guerra, el asesinato y el consumo de carne, la ciencia del espíritu puede ayudarlos. Entonces puede ser útil que uno hable y escriba libros, porque entonces los hombres han adquirido interés por esta nueva forma de existencia. Cuando la gente viene a mis conferencias es, seguramente, para escuchar algo sobre la vida, su estructura y el plan divino que muestra que «el hombre se convertirá en la imagen y semejanza de Dios».
15. El enamoramiento en el sexo contrario es sustituido por un estado de simpatía mucho mayor
¿Cómo se puede conocer este amor que se desarrolla en los hombres? No es el amor matrimonial, que sólo es simpatía dentro del matrimonio, la descendencia y la familia. Este amor no puede salvar al mundo. Es un instinto de conservación, un instinto de posesión, que era necesario cuando el ser era primitivo. Pero gradualmente los hombres se han vuelto cultos y se han humanizado, de manera que pueden desplegar algo más de simpatía. Se ve que comienza a surgir en ellos un nuevo estado. Quienes antes se enamoraban del sexo contrario, han perdido las ganas. Descubren que no tienen esta tendencia. No les atrae, en cambio sienten profundamente pero de manera distinta. Pueden irradiar amor tanto al uno como al otro, y bastante independientemente de que sea hombre o mujer, porque ven el estado humano, el estado humano del hombre. Tienen una gran fuerza para suscitar el amor en sí mismos, de manera que tienen deseos muy grandes de abrazar y acariciar. Esto, naturalmente, no se puede hacer siempre como uno querría, pero uno puede hacerlo en su pensamiento. Los pensamientos están vivos, los pensamientos son cosas y pueden trabajar a los hombres de la manera más amorosa. Así uno empieza a acostumbrarse a mandar pensamientos amorosos.
Yo no puedo acariciar a todas las personas que querría acariciar, y no de la manera que querría hacerlo, pero puedo hacerlo en mi pensamiento, estoy en condiciones de mandar pensamientos amorosos. También es por amor a los hombres que he ofrecido mi vida. Se me ha permitido crear estos análisis, y colaborar en la conducción de los hombres a la luz es la tarea de mi vida. No es en virtud de un amor matrimonial, sino de un amor universal, un amor a todos los hombres, un amor incondicional, un amor que no exige que los seres sean de este o aquel sexo. Es este amor el que comienza a surgir en los hombres, y es este amor que, debido la falta de juicio y malentendidos de los hombres, ahora se denomina «homosexualidad» y «perversidad» y algo terrible que este amor no es en su forma pura. Se trata simplemente de que los polos del ser entran en equilibrio. El hombre acabado tiene sus polos en equilibrio y es bipolar.
16. La aparición de un amor nuevo
Todos los hombres tienen dos polos, pero la mayor parte son principalmente unipolares, porque el polo contrario no está plenamente desarrollado. Es el polo contrario del ser, o sea, el femenino del hombre y el masculino de la mujer, el que crea la conciencia humana. Es este polo contrario el que desarrollará el amor. Este polo tiene su propio amor, al igual que el polo ordinario tiene el amor de matrimonio o amor de apareamiento. El nuevo polo crea al hombre y lo aleja del estado del animal. El hombre no seguirá siendo un mamífero teniendo hijos y viviendo en este estado primitivo. Alcanzará un estado superior, en el que será iniciado a vivir en los mundos espirituales, el verdadero lugar de su vida. Pero para poder vivir en estos mundos espirituales superiores, el hombre debe tener la conciencia que es a imagen de Dios. Debe haber terminado de asesinar, matar, hacer la guerra etc., debe haber llegado a irradiar el espíritu de Dios en todas partes. Es para esto que es educado o hacia lo que evoluciona aquí, en la zona física. Este amor nuevo de los hombres se muestra a veces de manera que dos seres del mismo sexo pueden acariciarse demasiado. Entonces la gente empieza a pensar que esto es algo extraño, y no hay nada que decir al respecto. No sospechan que es algo distinto. Creen que debe ser algo malo, pero no es nada malo.
17. El amor universal se basa en un estado orgánico
Los hombres se encuentran en una situación o época muy difícil, porque esta necesidad de amor que surge no se basa en el matrimonio ni en el sexo contrario. Se basa en el ser humano en el hombre o la mujer. Cuando un hombre o una mujer adquiere este talento o necesidad de amor, debe amar al ser humano en el hombre o la mujer, de la misma manera que una mujer debe amar a un hombre y un hombre debe amar a una mujer. Es un talento que surge, y el amor no puede manifestarse sin un talento. No podemos ver sin ojos ni oír sin oídos, y tampoco podemos desplegar amor sin tener el talento del amor. Al igual que hay un estado orgánico tras el amor de matrimonio o el amor de apareamiento, hay también un estado orgánico tras el amor universal, de lo contrario no tendría ningún valor. ¿Qué podría sustentar el amor universal si no fuera un estado orgánico?
18. El amor nuevo es mal entendido y odiado
Cuando este amor surge en los hombres, hay muchos que malentienden esta bipolaridad, porque ha sido muy tergiversada, por lo cual los hombres pueden tener miedo de mostrar que tienen una simpatía así, que verdaderamente pueden amar a su propio sexo. Entonces lo han ocultado y mantenido secreto, y siguen manteniéndolo secreto y se convierte en algo que sólo unos pocos conocen. La fuerza de este deseo crece y crece, y en la mentalidad surge un dique que, tarde o temprano, debe romperse. Esta fuerza, que en sí misma es la más alta fuerza de la vida, se abre camino hacia una satisfacción de una u otra manera, y poco a poco puede convertirse en perversidades, asesinato sádico, violación, cleptomanía y piromanía y todos los muchos estados terribles y desagradables donde se verá lo contrario a lo que era la intención. Por ejemplo, un pirómano debe ver que seres vivos perecen en las llamas. Naturalmente, también puede haber otras razones para estas cosas, pero una de las mayores razones es que el nuevo amor es odiado. El nuevo amor no ha sido comprendido, y en muchos países dos seres del mismo sexo son castigados, si se descubre que tienen demasiados sentimientos el uno para el otro.
La ley de Moisés dice que dos seres del mismo sexo, que tienen una simpatía mutua de este tipo padecerán la muerte. Moisés era un hombre muy masculino. Por esto pudo conducir a esos difíciles israelitas a través del desierto durante cuarenta años, por esto pudo hacer la guerra y ser tan estricto como era. Pero hoy en día ya no es así. Moisés reconoció que vendría otro guía para los hombres que era lo contrario a él. Este otro guía era el redentor del mundo Cristo, que sabía que lo que tiene que conducir a los hombres es el amor; en Moisés era el poder y el castigo.
19. Tras el nuevo amor también tiene que haber moral
Aquí, en el mundo, los «homosexuales» tienen mala fama, pero esto no debe tomarse en serio, porque, en general, es expresión de desenfrenos en quienes han perdido el control sobre la conciencia. Este amor nuevo tiene que cultivarse y educarse, y tras él tiene que haber moral, en caso contrario es un escándalo y conduce a desenfrenos. Los hombres también pueden entrar en una evolución en la que el polo contrario se desarrolla demasiado, y entonces vemos algunos hombres que casi son mujeres, y algunas mujeres que casi son hombres. Todas estas cosas tan antinaturales se han desarrollado, porque no ha habido ninguna orientación, porque se ha opinado que era algo malo. Era algo que tenía que ser borrado del mapa. Era algo que tenía que ser castigado y dominado. Ya no sigue siendo así, y en el futuro surgirá una gran cantidad de personas bipolares.
20. Los más grandes guías de la historia de los hombres son bipolares
Quienes han hecho avanzar a la humanidad han sido bipolares. Los más grandes de la historia de la humanidad no son aquellos que viven en alto grado en la unipolaridad. ¿Podemos imaginarnos una señora de Jesús? Cristo también era bipolar al cien por cien, de lo contrario no habría tenido la conciencia que tenía. Puedo hablar por experiencia, porque yo mismo soy totalmente bipolar en equilibrio. Estoy feliz y contento de ello. Se lo cuento a los hombres, porque esto me ha dado la conciencia, las facultades y la íntima e inquebrantable conexión con la Divinidad que tengo. Por esto también sé que los hombres no se arrepentirán de trabajar para alcanzar este estado.
No se trata, sin embargo, de que uno deba empezar a entrenarse en amar a su propio sexo. Esto es algo que de ninguna manera se debe probar, porque entonces se convierte en una desviación. Tiene que crecer desde dentro, este sentimiento tiene que venir por sí mismo, y crecer lentamente. No es nada que se deba fomentar, porque entonces, como se ha dicho, puede crecer desmesuradamente y convertirse en una desviación. Entonces no hay equilibrio y luego vienen sufrimientos y karma.
Pero lo que quiero acentuar es que los hombres comprendan que no se trata de unas personas perversas, sino que es expresión de una inmensa fuerza divina, del espíritu divino que penetra en los hombres, que convertirá al animal en hombre, que eliminará los últimos restos animales y hará del hombre un ser divino.
21. El cumplimiento de la promesa de matrimonio
Hay también una cosa que debo acentuar. Esto puede ser difícil para personas que tienen, en cierto grado, este amor al prójimo desarrollado, pero que aún no han terminado con el amor de matrimonio, porque entonces se encuentran con dos clases de simpatía. Una de estas simpatías los ha llevado al matrimonio, y la otra simpatía los hace amar a seres de su propio sexo. ¿Qué pasa, entonces? No pueden, claro está, abandonar el matrimonio. La ley del matrimonio dice que un hombre debe abandonar padre y madre y estar con su esposa, y a la esposa le dice que el esposo es la cabeza de la esposa, al igual que Cristo lo es de la comunidad. Si un hombre casado ama a otro hombre, entonces comete adulterio contra su esposa. Si una mujer casada ama a otra mujer, comete, así mismo, adulterio contra su esposo. Por lo general, esto no lleva a ninguna felicidad. Aquí hay un punto donde se debe ser altamente moral, en caso contrario, uno mismo se desvía.
No se trata sólo de que este amor lleva hacia seres del propio sexo, también puede conectarse con el polo ordinario, entonces el ser con esta simpatía tan grande es muy propenso a sentir simpatía sexual por una nueva pareja y ser infiel. Cuando los seres eran primitivos, no tenían amor al prójimo, y entonces era fácil permanecer junto al cónyuge. Aquí hay un ámbito donde uno debe cuidar de observar la moral.
Hay quienes opinan que cuando uno está tan evolucionado no necesita ser fiel, ser fiel en el matrimonio está anticuado. ¡Esto es totalmente erróneo! ¡Es evidente que no hay que hacer promesas solemnes para incumplirlas! Si una persona está casada y tiene hijos y adquiere esta nueva tendencia, debe decirle no a la otra persona. Debe mantenerla alejada, mientras esté ligado por su compromiso. Una persona libre es, al contrario, una persona que no se ha prometido en un matrimonio ni a ninguna otra persona. ¿Es acaso un delito que dos personas libres se amen? Es el incipiente amor al prójimo.
22. El amor al prójimo no se dirige al hombre ni a la mujer, sino al ser humano en el ser.
Puede parecer que en el amor al prójimo el ser sólo ama a su propio sexo, pero en realidad ama al ser humano en el ser. No se trata del sexo, de que sea un hombre o una mujer, pero como están las cosas, no es fácil para tales seres desplegar su amor al prójimo con respecto al sexo contrario. Por ejemplo, un hombre no puede fácilmente desplegar este amor al prójimo ante una mujer, porque ella puede creer que es el amor de matrimonio. Es por esto que siempre se muestra en el hecho de que aman a su propio sexo.
Pero este amor también puede dar lugar a desdichas y sufrimientos. Algo está mal si arruina un matrimonio o interfiere en alguna otra cosa. Si una persona así seduce a un niño y lo lleva a un estado sexual, es en sumo grado inmoral y puede hacerle un gran daño al niño. Naturalmente, tiene que haber una moral.
Las personas que tienen esta evolución de la manera correcta pasan más bien desapercibidas, porque son discretas y cultivadas y nunca pueden imaginarse molestar a otros con sus sentimientos, aunque nunca han deseado tanto abrazar y acariciar. Lo que sucede es que, cuando se tiene esta evolución del amor, se quiere amar a todo el mundo. Pero uno puede acariciar en su conciencia. Cuando se ve una foto en el periódico, cuando se ve a una persona por la calle, son personas a las que se podría amar en gran manera, ¡así es! Se puede ver claramente que esto es amor.
23. Lo que puede salvar al mundo
Es también evidente que es este amor universal lo que se necesita. Cuando surge, no se pueden cometer delitos ni ser malvado, estar amargado y lleno de odio, entonces sucede que «uno perdona no sólo siete veces, sino hasta setenta veces siete». Si el mundo tiene que ser salvado y convertirse en «el reino de los cielos», del que Cristo habló, sólo puede suceder por medio del amor universal. No puede suceder por medio del matrimonio, aunque sea una disposición divina en la época en la que el hombre se encuentra en el estado primitivo o animal. Pero gradualmente crece el amor universal en el hombre, y se convierte en un ser humano, y seres humanos pueden hacer un mundo humano. Donde el amor, que, de esta manera, se manifiesta a través de seres del mismo sexo, se mantiene moral, allí tenemos el amor que salvará al mundo. No hay ningún otro amor que pueda salvar al mundo. No hay ningún otro poder, ninguna fuerza armada, ninguna otra forma de mentalidad que pueda salvar al mundo y liberar a los hombres de la guerra y los sufrimientos, del destino oscuro y de los estados de oscuridad. Sólo hay una sola cosa: llegar a amar a todos los hombres.
24. Quién puede comprender los análisis de los polos y tiene necesidad de ellos
Tenemos la alegría divina de que este amor se está desarrollando en todos los hombres, por lo cual se trata de cuidarlo y protegerlo, de manera que pueda crecer, de manera que no sea castigado, difamado, denigrado y tergiversado, como es el caso. Pero se debe perdonar, porque los hombres no lo conocen. Es evidente, que una persona que sólo es conciente de su estado matrimonial no puede comprender que lo otro puede ser correcto. Sólo pueden comprenderlo quienes lo tienen y han progresado en él. Hay millones de personas que están muy avanzadas y es sobre todo ellas quienes ahora lo necesitan. No hablo para aquellos que hoy se encuentran en matrimonios felices, no tienen necesidad de él, sino para quienes están muy adelantados en la evolución de los polos. Es necesario que esto sea conocido en todo el mundo, para que esto no empeore, para que no surjan todavía más perversidades, tergiversaciones y malentendidos sobre este estado divino.
¿Qué es, entonces, este amor? Es nada menos que el propio espíritu divino, y este espíritu se activará por medio de las relaciones humanas, por medio de caricias, besos y abrazos. Se activará en este placer divino que sólo era una bagatela en el reino animal y en el reino del humano primitivo, se convertirá en una manifiesta irradiación de cada ser humano a cada ser humano, de manera que el mal habrá desaparecido totalmente.
25. El último tiempo en la Tierra
En el último tiempo en la Tierra, los hombres amarán a todos, entonces todos tendrán esta facultad divina, entonces el matrimonio terminará y los hombres ya no seguirán naciendo de mujeres. Podrán manifestarse en la zona física por medio de materialización y podrán desaparecer de la zona física por medio de desmaterialización. Podrán hacerlo, porque habrán terminado de ser físicos. Están aquí, en la zona física, para aprender lo que es bueno y malo, y para convertirse en genios en hacer el bien. Cuando son genios en hacer el bien, ya no necesitan seguir estando en este «centro de enseñanza», entonces están cualificados para vivir en los mundos superiores y ayudar a la Divinidad a dirigir otros mundos físicos y otras humanidades que todavía gimen y suspiran bajo el yugo del primitivismo, bajo la ignorancia, el tormento y el horror.
En los mundos superiores hay muchas cosas hermosas, allí culmina el arte, allí sólo hay genios: genios de la música, de la pintura, de la escultura, de la literatura, hay genios en todos los campos, de lo contrario no serían hombres acabados. Allí se tiene acceso a las más grandes creaciones artísticas, ni la mayor fantasía puede exagerarlo. Si se sigue la lógica, con toda mi fantasía no puedo mostrar de manera suficiente esta inmensa divinidad que aquí se les revela a los hombres.
Aquí, en la Tierra, los hombres llegarán a tener un mundo divino, como he descrito en «Livets Bog», un mundo físico donde el dinero ha desaparecido, donde la gran cantidad de cosas inquietantes, luchas políticas y servicio militar, han terminado. Es en esta época en la que los hombres alcanzan la gran iniciación: la conciencia cósmica, y, por consiguiente, ya no necesitan nacer en la Tierra, con excepción de que tengan deseos de visitarla. Pueden materializarse y desmaterializarse, y los hombres del futuro vivirán, así, tanto entre seres materializados como seres que forman parte del planeta. Tener visita de seres del mundo espiritual será una experiencia bastante cotidiana.
26. El mayor obstáculo
Así de hermoso es el plan divino, y todo esto les espera a los hombres. Sólo tienen que eliminar de su conciencia lo que les impide llegar a ello. ¿Qué es, entonces, lo que les impide colaborar en la salvación del mundo? Se encuentra donde no pueden perdonar a su prójimo, donde tienen deseos de calumniar y vengarse, donde tienen envidia y celos, etc. Todas estas realidades son lo que retiene a los hombres en la zona de la oscuridad.
Tan pronto como uno empiece a entrenarse en combatir tales cosas y llegue a no poder hacerlas, descubrirá que crece. Descubrirá que ya no es la misma persona. Empezará a descubrir que la existencia se vuelve más luminosa y feliz. No hay nada que dé más felicidad que irradiar el espíritu de Dios al entorno. Esto se puede hacer por medio de la palabra, pero también por medio de otras formas de genialidad: arte, ciencia, etc. Es esto lo que se convierte en la gran vivencia en los altos mundos espirituales.
27. Todos los hombres serán bipolares
Lo que hoy se puede hacer es recordar este plan divino y familiarizarse con todo esto. Uno puede pensar sobre estas realidades, aunque parezcan sorprendentes, y aunque quizá, al principio, se tenga antipatía contra esto, se puede probar de comprender que ¡no hay otro camino! ¡Todos se convertirán en bipolares! Pero no todos necesitan volverse perversos. Hay desenfrenos que surgen porque han entrado en juego otras cosas o realidades. Si se sigue la moral que ahora se está dando, uno no se volverá perverso, entonces se seguirá resplandeciendo, también a través de este estado. La humanidad comprenderá a estos seres bipolares, exactamente cómo hoy se comprende a un hombre y una mujer. Pero anteriormente no se ha comprendido que el verdadero hombre a imagen de Dios no es ni hombre ni mujer, sino una persona viva, un ser con estos dos principios en divina unión, de manera que puede experimentar tanto el estado masculino como el femenino. La Divinidad no es ni hombre ni mujer, La Divinidad es un ser que irradia tanto el estado masculino como el femenino.
28. El disfrute del árbol de la ciencia
Así es el plan con el mundo, y esto es lo que es la salvación del mundo. Armas nucleares, guerra, etc. sólo ayudan a crear los sufrimientos que a los hombres aún les falta para volverse humanos. Si uno es humano y sólo quiere ser humano, si retrocede ante el hecho de matar, entonces no necesita temer la guerra, entonces ya ha comenzado a estar en la fuerza de la irradiación de Dios, entonces ha comenzado a estar en el estado verdaderamente humano. La guerra es algo que tiene que tener lugar, porque es una iniciación. Si a los hombres no se les permitiera disfrutar del árbol de la ciencia, seguirían creando armas y siendo malvados, no llegarían a ser hombres acabados. Por esto debemos comprender que esto es un elemento del plan divino.
29. La vida es hermosa y maravillosa cuando se comprende cómo vivirla correctamente
No hay nada que impida que en nuestro propio mundo de pensamientos podamos crear el reino de los cielos. Cristo dijo, «el reino de Dios está dentro de vosotros». Es dentro de nosotros mismos que tenemos que comenzar. Si no comienza ahí, nunca sale al mundo exterior. No hay nada que produzca más alegría que empezar a crear el reino de los cielos dentro, en la propia conciencia. Crea confianza, alegría de vivir, salud, de hecho, crea un montón de cosas divinas que los hombres echan hoy en falta, porque no comprende cómo hay que vivir la vida correctamente. La vida es maravillosa y hermosa, pero hay que comprender cómo vivirla, es decir, hay, precisamente, que perdonar e irradiar luz y calor por todos lados y, al igual que nuestro modelo el sol, resplandecer en la conciencia de los hombres e iluminar sus terrenos de hielo, cenagales helados, estados de oscuridad y derretirlo todo con su calor y amor. Entonces la vida tiene sentido, y se colabora en la salvación del mundo.
Más literatura sobre el tema:
1. Libro n.º 28, Dos clases de amor.
2. La Imagen Eterna del Universo 3, Símbolo n.º 33.
3. Livets Bog 5
El artículo ha sido hecho a base de una grabación de una conferencia dada por Martinus en Klint el lunes 11.07.1966. Títulos y elaboración de Ole Therkelsen, aprobado por el Consejo 28.04.2002. Publicado por primera vez en la edición danesa de Kosmos n.º 12, 2002. Traducción del danés al español por Martha Font con la colaboración del equipo de lengua castellana.

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