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M2212
El horizonte perdido
por Martinus

1. Los milagros en el mundo de los cuentos
En el lenguaje cotidiano aparece a menudo la palabra «como de cuento». Cuando algo se caracteriza como propio de un cuento, se opina en realidad que es sobrenatural o milagroso, que es algo que no depende de las leyes de la naturaleza. En un cuento todo es posible. Aquí hay hadas con varitas mágicas, con las que realizan milagros, y el espíritu de la lámpara que hace al dueño de la lámpara superior en cualquier situación. Hay troles y brujas, que también poseen fuerzas sobrenaturales por medio de las cuales pueden perseguir a la gente y vengarse de ella, del mismo modo que, si quieren, también pueden ayudarla. Hay elfos, ninfas, duendes y gnomos, y aquí tienen lugar los hechos más increíbles, que pueden divertir tanto a niños como adultos, y los niños creen quizá que es realidad, pero los adultos opinan que sólo es fantasía o invenciones sin fundamento en el mundo real.
2. El mundo de los cuentos ha sido creado y formulado por personas llenas de fantasía
Pero, ¿dónde tienen entonces su origen todas las extrañas ideas y el conjunto de imágenes que uno encuentra en los cuentos? Se puede decir que son un producto de la fantasía del autor. H.C. Andersen creó toda una serie de cuentos maravillosos, y los viejos cuentos populares, que han pasado de boca en boca a lo largo de los siglos, antes de ser recopilados y escritos en nuestro tiempo  también han sido formulados originariamente por personas llenas de fantasía. La fantasía no es, sin embargo, suficiente como una explicación de los hechos que constituyen la esfera de conciencia del cuento. Podemos tal vez decir que el mundo de los cuentos no existe del mismo modo que existe el mundo físico. El mundo de los cuentos  ha sido creado y formulado por hombres. Pero, de dónde saca la fantasía del autor a los seres y los acontecimientos sobrenaturales? ¿son simplemente puro invento?
3. La diferencia entre un relato corto o novela y un cuento
Los fenómenos físicos de los cuentos han surgido de las impresiones que ejerce sobre el autor el mundo físico que lo rodea. Cuando deja que las personas sean malas o buenas, llenas de odio o amorosas, esto es algo que conoce de su vida cotidiana. No ha  inventado el mal ni el bien, sino sólo la variedad de odio y amor que deja que se manifieste en el cuento. Ningún escritor es el origen del presunto principio del mal y del bien, es algo que siempre ha existido y siempre existirá. Si el autor sólo narra acontecimientos comunes en el mudo físico, y en su relato no aparecen fenómenos sobrenaturales, su relato no es ningún cuento, sino una novela corta o una novela. En un producto así, el autor ha manejado libremente acontecimientos y tipos humanos que ha experimentado y encontrado dentro de su horizonte físico. También ha usado su fantasía, pero sólo para describir relaciones físicas con variantes especiales.
El cuento es, al contrario, una combinación de hechos físicos y variantes particulares de hechos espirituales, es una narración en la que dos horizontes distintos se entrelazan. Uno de estos horizontes es el físico y el otro es el mundo espiritual. Del mismo modo que el mundo físico no es ningún descubrimiento ni ninguna invención del autor, el mundo psíquico o espiritual tampoco lo es. Sólo las variaciones y las diversas combinaciones que da de los dos mundos en el cuento pueden ser su invención o descubrimiento y, naturalmente, pueden ser más o menos buenas.
4. El horizonte físico del hombre moderno se ha dilatado, al mismo tiempo que su horizonte más allá de lo físico u horizonte espiritual se ha reducido
Cuanto menos evolucionado está un pueblo, más aparece su literatura en forma de cuento, o sea, una serie de narraciones que son infiltraciones de los fenómenos del mundo físico y del espiritual. Pero cuanto más materialistas son los hombres o más físicamente evolucionados están, menos hechos sobrenaturales o espirituales hay en su literatura. Esto quiere decir que a medida que un pueblo evoluciona en sentido material, algo se pierde. Uno de los dos horizontes, que antes vibraba en la conciencia de los hombres, ya no está en actividad, mientras el otro se desarrolla a su costa. El horizonte físico del hombre moderno se ha dilatado, de modo que abarca mucho más que la Tierra. Con telescopios gigantescos observa planetas lejanos y mide la distancia al Sol y calcula las órbitas de lejanos cuerpos celestes en un futuro remoto. Su horizonte físico también se ha ampliado a abarcar el mundo de la materia que observa a través de microscopios y maneja a partir de cálculos matemáticos. Simultáneamente, el horizonte espiritual se ha reducido, y sus facultades psíquicas han degenerado, de modo que en el hombre moderno, materialista sólo existen como rudimentos sin energía. Para el hombre con una orientación materialista todo lo que está relacionado con fenómenos psíquicos sólo es «cuento» y «narración fantástica», y en el cuento y la narración fantástica pueden tolerar que se mencionen tales fenómenos en relación con hadas, que pueden hacerse invisibles, troles, que pueden trasladar montañas y hechizar a príncipes y princesas, de modo que se conviertan en animales o piedras. Pero niegan categóricamente que las narraciones de los cuentos puedan de algún modo tener, al igual que las novelas y los relatos, fundamento en un mundo real de hechos psíquicos o espirituales, del mismo modo que niegan que el hombre viva tras la muerte, es más, incluso que exista un Dios. Estos hombres consideran que un modo así de ver las cosas, que exista un Dios, y que el hombre siga viviendo después de que su cuerpo físico esté muerto, pertenece al cuarto de los niños junto con los elfos y troles de los cuentos.
5. La esfera de los cuentos se abrirá de nuevo camino en la conciencia de los hombres como ciencia espiritual
Del mismo modo que en los cuentos puede haber exageraciones o tergiversaciones de la realidad psíquica, que, de manera correspondiente, convierten lo contado en imperfecto, en la orientación materialista también puede haber modos de ver exagerados y tergiversados que hacen que esta orientación sea imperfecta. Esta imperfección consiste principalmente en la negación de los hechos psíquicos o espirituales o la existencia del horizonte psíquico. Pero esta orientación imperfecta con respecto a los fenómenos de la vida no seguirá siendo la dominante entre los hombres de la Tierra. La esfera de los cuentos tendrá de nuevo acceso a la conciencia de los hombres, pero no será como superstición, brujería y magia, será como ciencia espiritual, a través de la cual el hombre tendrá conocimiento del mayor cuento o aventura que existe, el cuento o aventura de la propia vida.
6. Lo que es como de cuento no es sobrenatural, sino que tiene lugar según leyes universales
Todo lo que la investigación física ha descubierto a lo largo de los últimos siglos es el comienzo del más maravilloso cuento o la más maravillosa aventura que sobrepasará en mucho cualquiera de los cuentos que los narradores han creado. Todas las figuras de los cuentos con sus fuerzas y facultades sobrenaturales no habrían surgido jamás en la fantasía de los narradores si no estuvieran de alguna manera en armonía con realidades psíquicas, cuyos efectos tienen influencia el mundo físico. En nuestra época hemos comenzado, precisamente, a experimentar la realización física del mundo de los cuentos, sin que, sin embargo, la humanidad sea todavía capaz de ver  lo de cuento en todo lo nuevo que poco a poco la va rodeando.
No obstante, en nuestro mundo moderno existe tanto «la alfombra mágica» como «el espíritu de la lámpara» de Las mil y una noches, aunque con otra forma que la que la fantasía de los antiguos narradores les ha dado. El avión moderno, ¿es, acaso, otra cosa que una realización en materia física del viejo sueño o idea de que el hombre podría volar en el aire y moverse rápidamente de un lugar a otro? Desde luego que no es sobrenatural ni milagroso que el hombre hoy pueda volar por el aire, al contrario, es porque poco a poco ha ido conociendo a una escala cada vez mayor las leyes de la naturaleza y se ha hecho señor de ellas. Y el hombre descubrirá poco a poco que lo que parece de cuento no es sobrenatural, sino que sucede de acuerdo con leyes universales, que el hombre aún no ha llegado a conocer a fondo. El conocimiento científico y la pericia técnica que se despliegan en muchos lugares de la Tierra, ¿no es un «espíritu de la lámpara», una ayuda que puede darle al hombre todavía mayor superioridad en un número cada vez mayor de situaciones difíciles Por medio de la técnica con base científica, los hombres pueden, por decirlo así, trasladar montañas, y pueden hacer un puente al mundo espiritual aprovechando rayos y ondas con ayuda de la técnica, porque la ciencia debe reconocer un mundo invisible, aunque no lo conciba del mismo modo que los narradores de aventuras. Nadie ha visto nunca un átomo, y los rayos y las ondas tampoco se pueden ver directamente, sólo se perciben sus efectos; son, por consiguiente, realidades invisibles, y el mundo moderno no podría existir en absoluto en la forma actual si en muchos campos no se hubiera empezado a conocer el mundo invisible y a servirse de sus fuerzas.
7. »El guardián del umbral»
Lo que la humanidad terrena conoce hoy sobre las fuerzas psíquicas, que forman el mundo de los rayos y las ondas, es, sin embargo, un modesto comienzo de todo lo de cuento que tendrá lugar,  cuando la humanidad tenga madurez moral para desplegar una facultad creadora mucho mayor que la que está en condiciones de desplegar hoy. Mientras todavía siga utilizando las fuerzas que con su inteligencia extrae de las fuentes de fuerza de la propia naturaleza para matar y destruir o en beneficio de unos pocos y perjuicio de muchos, todavía habrá en la mente de cada hombre, un «guardián del umbral», que lo retiene en un estado, cósmicamente muerto, de materialismo y estrechez de miras. Este estado se ha simbolizado en los cuentos antiguos como los príncipes y princesas convertidos en piedra. Pero al igual que, en el cuento, los que se convirtieron en piedra regresan a la verdadera vida, porque se vence el hechizo, la humanidad «convertida en piedra» también recuperará la experiencia del horizonte psíquico o espiritual, que en su materialismo ha perdido, y el cuento o aventura de la vida se mostrará con nuevas y cada vez más maravillosas perspectivas.
8. Por medio de los análisis cósmicos el hombre terreno puede conocerse a sí mismo
La ciencia del espíritu es el factor por medio del cual la humanidad recobrará el horizonte perdido, purificado de toda superstición y falsas ideas. Por medio de los análisis cósmicos el hombre terreno puede conocerse a sí mismo y su posición cósmica en la escala evolutiva. Aprende a ver y comprender que la causa de que su destino sea, de muchas maneras, oscuro y triste, es que él mismo lo ha sembrado en vidas anteriores y debe cosechar sus efectos. Pero, simultáneamente, tiene posibilidad de comenzar a sembrar nuevas semillas  a través de sus pensamientos y actos, con lo cual comienza a crearse un futuro nuevo que es una parte del futuro de la humanidad. Practicando lo que aprende por medio de la ciencia del espíritu, el hombre terreno estará en condiciones de vencer al mencionado «guardián del umbral» en su mente, y a través del equilibrio entre sentimiento e inteligencia, que será el resultado de este vencimiento, comenzará a poder experimentar intuitivamente. La entrada de la intuición en la conciencia del hombre terreno es lo mismo que recobrar el horizonte perdido.
9. Las facultades psíquicas del hombre terreno desaparecerán a favor de la intuición
Antes de que el hombre terreno perdiera la facultad de experimentar el mundo psíquico, no era la intuición, sino, al contrario, instinto y sentimiento primitivo lo que lo vinculaba con las realidades espirituales. Entonces todos tenían lo que se denomina facultades psíquicas, cosa que algunas personas todavía tienen. Eran en mayor o menor grado médiums y clarividentes o podían oír voces, presagios y similares. Algunos utilizaban, incluso, sus facultades para la magia negra y eran realmente una especie de brujas o magos.  Fue una «clarividencia» así en los antiguos narradores de cuentos la que originó la parte psíquica de los cuentos. Pero debido a su instinto y sentimiento no estaban en condiciones de conocer las realidades psíquicas detrás de lo que veían. Su fantasía actuaba aquí y suplía lo que la falta de conocimiento y comprensión no podía llenar, y  así surgió en el hombre la esfera de conciencia del cuento. Se creía que las ninfas y troles, o como se nombraba a estos seres  psíquicos, vivían en las piedras y las montañas, que, claro está, tenían que estar huecas, dado que se concebía a los seres  prácticamente como físicos. De hecho, estos seres estaban frecuentemente totalmente materializados cuando se acercaban a la gente y se desmaterializaban de nuevo un rato después, por lo cual se creía que desaparecían en el interior de las piedras.
10. En una atmósfera muy limpia, algunos seres del mundo espiritual pueden a veces ser percibidos por los hombres
En la Tierra todavía hay lugares donde las condiciones permiten que puedan tener lugar tales acontecimientos, por ejemplo en Islandia, donde sólo viven unas pocas familias en los valles de las grandes montañas, a muchos kilómetros de los centros de civilización. Aquí la atmósfera todavía está libre de vibraciones humanas impuras. Esta atmósfera pura y virginal no puede ser contaminada por una sola persona. En el peor de los casos, sólo puede actuar como una gota de agua sucia en el océano Atlántico. En esta atmósfera pura, algunos de lo seres y fenómenos de los mundos espirituales pueden vibrar tan fuertemente que, a veces, pueden ser percibidos por quienes viven allí. Estas personas, que han nacido en esta soledad, son hijos de la pureza de esta naturaleza y han conservado una gran parte de su facultad sensorial psíquica, debido a lo cual frecuentemente  experimentan que las manifestaciones del mundo espiritual se mezclan con las físicas. Además, estas personas tienen muy frecuentemente en abundancia la fuerza que en mis análisis denomino sustancia-A, una sustancia que todos los hombres poseen en mayor o menor grado. Los seres espirituales pueden atraer esta sustancia y, de este modo, materializarse, cuando se acercan a los hombres. Pero como esto sólo dura poco tiempo, pronto desaparecen de nuevo, y aquí tenemos lo que sucede en los cuentos, una combinación de manifestaciones físicas y psíquicas.
11. La intuición es la fuerza que llevará al hombre a la conciencia cósmica
Pero no es la facultad de médium ni la clarividencia basada en el instinto o el sentimiento u otras formas de facultades, que una vez eran predominantes en el hombre, las  que tienen que desarrollarse de nuevo para que la humanidad pueda encontrar la felicidad y paz que anhela. Todas estas facultades son como los charcos de agua que quedan a la orilla del mar cuando se retira la marea. La intuición, por medio de la cual el hombre experimenta las realidades psíquicas y adquiere pleno conocimiento consciente de ellas, es, como ya mencionado, la fuerza que lleva a la conciencia cósmica al hombre, que quiere seguir totalmente las palabras del redentor del mundo: «Yo no he venido a dejarme servir, sino a servir».
Título original: «Den tabte horisont», de una conferencia de Martinus en la sala del Instituto el domingo 2 de noviembre de 1952. El manuscrito de la conferencia ha sido revisado por Mogens Møller y aprobado por Martinus. Publicado por primera vez en la edición danesa de Carta de Contacto n.º 13, 1957. Traducción Martha Font, con la colaboración del equipo de lengua castellana. ID de artículo: M2212.

© Martinus Institut 1981, www.martinus.dk

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